Storytelling empresarial: cuando las marcas que cuentan historias venden más
- AGENCIA LIBA
- 27 ago
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Por André Velasquez Tito, Ejecutivo de Prensa y Relaciones Públicas de LIBA

En la actualidad, los anuncios tradicionales ya no bastan. Los consumidores no buscan solo características técnicas, buscan emociones, conexiones y recuerdos. En un mercado saturado de mensajes, las marcas ya no compiten por las especificaciones de sus productos, sino por un lugar en el corazón del público.
Aquí entra en juego el storytelling: el arte de contar historias para transmitir los valores, propósito y esencia de una marca. A diferencia de un anuncio frío o descriptivo, el storytelling envuelve al consumidor en un relato donde el producto es parte de algo más grande; una emoción, una experiencia o incluso una identidad compartida.
Y los datos lo confirman. Un estudio de The Brand Shop señala que el 92% de los consumidores prefiere anuncios en formato de historia, y el 68% admite que esas narrativas influyen directamente en sus compras. El vínculo emocional es tan poderoso que, según Forbes, el 63% de los consumidores recuerda las marcas que cuentan historias, frente a apenas el 5% de aquellas que se limitan a un anuncio tradicional.
Cuando la historia se vuelve marca
Un ejemplo cercano es Inca Kola, nuestra soda amarilla. No se vende solo una bebida, se vende identidad. Cada sorbo conecta con la nostalgia, el orgullo y la memoria colectiva del país. Su recordada campaña “La bebida del Perú” no solo promocionaba un refresco, sino que invitaba a sentir que elegir Inca Kola era elegir pertenencia.
Algo similar ocurre con Cusqueña, sus etiquetas con arte cusqueño y motivos andinos no son un simple diseño gráfico, son un recordatorio de nuestras raíces. La marca se posiciona como defensora de la autenticidad y la tradición, y consigue que cada botella sea percibida como un homenaje a Cusco y al Perú. Más que una cerveza, transmite un relato de orgullo compartido.
Estos casos no son anecdóticos. Según la consultora Prensa y Comunicación, las empresas que apuestan por campañas con storytelling tienen un 75% más de posibilidades de incrementar sus ventas durante una campaña. Dicho de forma simple: contar una historia es apostar por la lealtad y la recordación.
Compartir el origen de la empresa, mostrar anécdotas genuinas del equipo o narrar el propósito que mueve a la marca, abre un puente emocional con el público. Ese puente se traduce en recomendaciones, en clientes que regresan y en un posicionamiento que trasciende las estanterías.
Por estos motivos, el storytelling no debe verse como un gasto adicional, sino como la mejor inversión. Mientras los anuncios genéricos se olvidan al día siguiente, las historias auténticas permanecen y se convierten en parte de la vida de la gente.
Al final, vender historias es hoy la manera más efectiva -y más humana- de vender productos en el Perú.
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